Keblinger

Keblinger

sábado, 27 de agosto de 2011

No somos estos cuerpos

Dehi nityam avadhyo yam

Dehe sarvasya bhârata

Tasmât sarvâni bhûtâni

Na tvan socitum arhasi


“¡Oh descendiente de baharata!, que mora en el cuerpo nunca puede ser matado. Por lo tanto no tienes que afligirte por ningún ser viviente” (Bhaagavad-gita2.30).

El primer punto en a la autorrealización consiste en comprender en comprender que nuestra identidad esta separada de nuestro cuerpo. “Yo no Soy este cuerpo” sino un alma espiritual, es una comprensión esencial para todo aquel que quiera trascender la muerte y entrar al mundo espiritual que esta mas allá. No es simplemente cuestión de decir. “Yo no soy este cuerpo”, sino comprenderlo realmente. Esto no es tan sencillo como pudiera parecer en primera instancia. Aunque no somos este cuerpo sino consciencia pura de una u otra manera hemos quedados encerrados dentro del vestido corporal. Si realmente queremos la felicidad y la independencia que trascienden la muerte, debemos establecernos en nuestra posición constitucional como conciencia pura y permanecer en ella.
Viviendo en el concepto corporal, nuestra idea de la felicidad es como la de un hombre que delira. Algunos filósofos sostienen que esta condición de delirio de identificarse con el cuerpo, debe ser curada absteniéndose de toda acción. Ya que estas actividades materiales han sido una fuente de aflicción para nosotros ellos sostienen que en la realidad debemos detenerlas. Según ellos, la culminación de la perfección consiste en una clase de nirvana budista, en el cual no se realizan actividades. Buddha, sostenía que este cuerpo ha comenzado a existir debido a una combinación de elementos materiales y, que si, de una u otra manera, se separan o se desmantelan estos materiales, la causa del sufrimiento es removida. Si los recaudadores de impuestos nos causan demasiadas molestias debido a que poseemos una gran casa, una solución simple es destruir la casa. Sin embargo. El Bahagavad-gîtâ indica que este cuerpo material no lo es todo. Mas allá de esta combinación de elementos materiales se encuentra el espíritu y el síntoma de ese espíritu es la conciencia.

La conciencia no puede ser negada. Un cuerpo, sin conciencia es un cuerpo muerto, la boca no hablara, el ojo no vera, ni los oídos escucharan. Un niño puede entender esto. Es un hecho que la conciencia es absolutamente necesaria para animar el cuerpo.

¿Qué es esta conciencia? Asi como el calor y el humo son los síntomas del fuego, similarmente la conciencia es el síntoma del alma. La energía del alma o el YO, se manifiesta en forma de conciencia. En verdad la conciencia prueba que el alma esta presente. Esta no es únicamente la filosofía del Bahagavad-gîtâ sino la conclusión de toda, (me atrevo a decir filosofía espiritual)


No hay comentarios:

Publicar un comentario